columna hasta la cintura. El aterrador sonido era melodioso y demasiado largo, subía y bajaba en una asombrosa escala tonal.
Águila Nocturna estaba inmóvil, cuando el grito cesó, la niebla despejó la parte superior de DAANY BEÉDXE y se mantuvo a un metro sobre la plaza. El cielo estaba totalmente despejado y una inmensa luna iluminaba la cima de la montaña sagrada. El guerrero empezó a caminar por la plaza, sobre un manto de nubes, que le daba la sensación de navegar en un mar plateado y sereno; abajo, el valle estaba completamente cubierto de nubes.
De pronto vio en el extremo opuesto de la plaza a su Maestro, que se acercaba como deslizándose entre las nubes, pues al caminar no se le veían las piernas por la niebla. Águila Nocturna fue invadido por una sensación de bienestar, confort y sobretodo, de seguridad. Algo adentro de él, había ajustado. La sonrisa en el rostro de su maestro confirmaba su sentimiento.
La señal que esperaban había llegado aquella noche, "La Fuerza" señalaba la partida de Águila Nocturna de DAANY BEÉDXE. La mañana era fresca y limpia, soplaba un viento ligeramente frío de las montañas del Norte. El Maestro y el alumno habían ido a recibir al sol, junto al jaguar de piedra en la pirámide Norte.
—Nos iremos al morir el sol— dijo el Maestro. Tienes todo el día para despedirte de este espléndido lugar, que te cobijó y ayudó en tu Batalla Florida. Despídete de cada piedra, de cada edificio, de cada espacio...acaso nunca los volverás a ver, nunca más en tu vida. Dales las gracias y déjales lo mejor de ti, ese es el estilo de los guerreros. Tendrás que ir en busca de tu destino, te espera una terrible prueba, en la que para aprobarla, deberás usar de todos los conocimientos que has aprendido a lo largo de tu estancia en DAANY BEEDXE, realmente es una prueba de energía.
Durante todo el día, el aprendiz recorrió minuciosamente los cuatro cerros que conforman DAANY BEÉDXE. En cada conjunto de edificios y plazas recordó cada una de las enseñanzas que aprendió en