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El juego se lleva a cabo y la pelota de hule crudo es golpeada con violenta destreza, de un extremo de la cancha al otro, por los diez contrincantes, o los dos adversarios; y solo existen tres opciones, que indicarán el designio de "lo inconmensurable e infinito”.

La primera, es que ninguno de los contrincantes puede ganar la partida; lo que indica que "lo inconmensurable" se abstuvo de expresarse. La segunda es que un adversario durante el juego, pase la pelota sobre uno de los dos anillos de piedra, que se encuentran en la parte media de las dos paredes laterales que delimitan el campo, en donde se juega. Este hecho se considera por el grado de dificultad, un milagro, y por lo tanto, una expresión de "lo infinito", que emite una señal y en ese momento se acaba el partido. La tercera opción, es que le suceda lo mismo al otro equipo o jugador, con los mismos resultados.

En la madrugada del día siguiente, el Maestro y el alumno fueron a recibir al Águila en la pirámide más alta del conjunto Norte. El anciano y el joven se sentaron flanqueando al jaguar, recibiendo los tres la energía matutina. Posteriormente se dirigieron al juego de pelota, en donde los guardianes de la montaña ya habían preparado lo necesario. El Maestro y el alumno quemaron copal y se sentaron, cada uno en las esquinas de su cancha, para detener el dialogo interior y dejar que la energía corpórea tomara el control. La pregunta hecha a "lo inconmensurable e infinito", giraba en torno a que sí Águila Nocturna debía proseguir su camino solo, respuesta que personificaba el joven; o sí el alumno debía integrarse al equipo de guerreros de su camada y seguir con la tradición de los linajes, respuesta que encarnaba el maestro.

Poco antes de que el sol llegara al cenit, Águila Nocturna empezó a ponerse el equipo para el juego, cuando terminó tuvo tiempo de observar detenidamente el "pasa juego", como le solían llamar al edificio donde se realizaba el lance deportivo. La cancha estaba formada por tres rectángulos; uno grande en dirección Norte Sur y dos más pequeños pero de igual tamaño, en las esquinas del primero, que se le unían de manera perpendicular en dirección Oriente Poniente. El

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