desde niño se le inculcó, le hacía sentirse pleno en donde quiera que estuviera, más la presencia del conocimiento silencioso en su instrucción y las visitas de su maestro, hacían que el joven tuviera un mundo completo y sólido, en el espléndido DAANY BEÉDXE.
Un día, llego a su casa Serpiente de Estrellas e invitó a su alumno a ir a uno de los cuatro cerros que componen DAANY BEÉDXE. Se dirigieron a la parte Poniente. Este lugar era conocido como el Cerro del Águila. En la cima se habían construido un conjunto de edificios y plazas para los ejercicios de los Guerreros. Había dos construcciones que especialmente le llamaban la atención a Águila Nocturna. El primero era un espléndido juego de pelota, más grande que el que se encontraba en el núcleo central y el edificio Norte. El segundo era uno de los cuatro edificios, que estaban en torno a una plaza, en la parte más alta del cerro.
En ese lugar por las tardes, le gustaba contemplar a una pareja de águilas que solían volar en torno a la pirámide más alta. Sentado de cara al sol Poniente, Águila Nocturna podía contemplar el Valle de Etlay a su derecha la majestuosa cadena montañosa de la Sierra Norte, mientras moría la tarde.
Cuando llegaron a la gran plaza del conjunto del Águila, el anciano invitó a sentarse al joven guerrero, después de un prolongado silencio, el maestro inició su plática de esta manera.
—Los cuatrocientos seres humanos que estamos trabajando y luchando en DAANY BEÉDXE, buscamos la trascendencia espiritual de la existencia a través de La Libertad Total. Los que nos han precedido en el viaje, los Viejos y Sabios Abuelos toltecas, a todos sus hijos nos legaron su sabiduría para mantener la semilla y la esperanza humana aquí sobre la Tierra. A los hombres comunes, a los que viven en los valles, les dejaron una compleja gama de conocimientos, instituciones, tradiciones, usos y costumbres; con los que el ser humano puede vivir en armonía y equilibrio. Para algunos cuantos, solo para algunos cuantos, nos dejaron a DAANY BEEDXE y sus complejos y sofisticados