cuando terminen ambas instrucciones deberán olvidarlas. La norma milenaria del Águila Sol señala que si los individuos del grupo, primero se logran recordarse a sí mismos, y después recuperarse como equipo; solo entonces podrán intentar la última Batalla Florida en este mundo, para llegar a la libertad total, para esto has llegado a DAANY BEÉDXE. Mañana empezaremos tu instrucción, La Fuerza decidió que yo fuera tu maestro, trataré de cumplir con impecabilidad y humildad mi tarea."
En la madrugada llego Serpiente de Estrellas por su alumno y en la penumbra, lo llevó a la parte Norte del conjunto. Subieron a la pirámide más elevada y se sentaron de cara al Oriente. Era una noche sin luna y tachonada de estrellas. Corría un ligero viento del Norte, que interrumpía el silencio de la noche. El anciano comenzó diciendo:
—Es mi deber hablarte de La Montaña del Jaguar, porque probablemente sea tu último nido en la tierra. Este lugar como ves, no es una ciudad, ni un palacio y mucho menos una fortaleza militar. Tampoco es un centro ceremonial, porque aquí no existen los dioses; acaso el Águila Sol, que es una forma muy vaga e incierta de nombrar lo innombrable, a La Fuerza. Allá abajo, en el Valle, viven los dioses con los hombres comunes, en sus templos y en sus casas. Aquí no existen templos, ni casas, ni hombres comunes. Por lo consiguiente tampoco es un lugar, como La Casa de la Medida. DAANY BEEDXE está más cerca de lo portentoso, maravilloso y misterioso de la existencia humana.
Quiero decirte, que en toda la tierra que está rodeada por las grandes aguas, existen otros lugares como este. De hecho ya visitaste algunos de ellos en tu ceremonia de recepción. Los Viejos Abuelos toltecas en los orígenes de los tiempos, descubrieron algunos lugares en la Tierra, donde La Fuerza se manifiesta de manera muy especial y ahí construyeron estos recintos, que ayudan al ser humano a obtener su libertad total. Poco a poco empezaba a clarear y la vista desde la parte más alta era imponente—. DAANY BEÉDXE es la última estación antes de lo inconmensurable, de modo que los guerreros aquí estamos de paso. Por lo mismo, el número de personas que habitamos la montaña sagrada es de 400, divididos en 23 equipos de 17 personas