Página:Daany Beédxe.djvu/108

Esta página ha sido corregida

Apareció entonces Venus y la noche cubrió todos los espacios.

Al día siguiente, los tumbos del mar contra la arena los despertaron en la madrugada. Caminaron hacia el Norte, hasta llegar a una aldea que estaba ante una hermosa y pequeña bahía, llamada "El lugar en donde se venera al Madero". Los aldeanos los recibieron con esa hospitalidad y cortesía, que caracteriza a los hijos de La Serpiente Emplumada. Esta pequeña aldea tenía una gran importancia religiosa para los pueblos de la costa, ya que aquí llegó hace muchos atados de años La Serpiente Emplumada y además de dejar sus enseñanzas, dejó clavada una inmensa cruz de madera a la orilla del mar, como símbolo de su sabiduría. La cual era venerada como una preciosa y sagrada reliquia. Después siguieron caminando por la costa hacia el Poniente, hasta llegar a una imponente ciudad llamada "El Cerro de las Aves", recinto muy antiguo de las autoridades de los pueblos de la costa. Aquí estuvieron veinte días hospedados en La Casa de la Medida, donde fueron tratados de manera muy cordial y respetuosa, por los sacerdotes y maestros de la institución, quienes sabían el motivo del viaje; por lo cual dejaron ver al joven estudiante sus códices y platicaron con él ampliamente.

Finalmente partieron hacia Mictlán, en donde Águila Nocturna tenía que realizar su prueba de iniciación. Nuevamente cruzaron las montañas para ir tierra adentro.

Esta ocasión la llegada a Mictlán, fue por la noche. A propósito Serpiente de Fuego retrasó la llegada y entraron por la puerta Sur. Ahí los estaban esperando los sacerdotes del templo. Águila Nocturna se pintó todo el cuerpo de negro y un sacerdote le decoró en el pecho, un caracol blanco con un corte transversal. Pasó toda la noche en una habitación obscura y por la mañana entró un hombre también pintado de negro y le explicó detenidamente todo cuanto tenía que hacer, para finalmente preguntarle si estaba dispuesto a cumplir con el ritual.

Este es un viaje sin retorno, estás a tiempo de cancelarlo; pero debes saber que en cuanto comiences, la luz o la oscuridad te

108