FIALHO D'ALMEIDA
I. LA VIDA ATORMENTADA DE FIALHO D'ALMEIDA
Pro d'Almeida era uno de esos temperamen= tos reconcentrados, ardientes, comidos de odios y de rencores, viéndose siempre perseguidos y vejados—aun en el caso de ser triunfadores, como era el caso de Emilio Zola... Esos temperamentos producen los fanáticos, saturados de odios y de miedos, y son en el catolicismo los Pedros de Ar- bués y los Torquemadas, en el protestantismo los Calvinos, en el racionalismo los Volney y los D'Hol- bach, en la literatura los Rousseau; gentes sin sereni- dad interior, sin esa acguiescentió in seipso que pe- día Spinoza al filósofo; gentes un poco sórdidas, roídas de luchas internas, viviendo siempre en ace- cho del prójimo, morbosos caracteres que se sus- tentan, de menudas manías persecutorias...
Yo no los acepto ni los comprendo (en cuanto que comprensión implica tolerancia) esqs tempe- ramentos; pero psicológicamente me los explico. Si hay un caso en que la explicación venga, llana y
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