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esto tiene entonación de prestamista, pero fue así. Hay que ponerlo porque nos da el carácter hombre.

Una idea súbita: un militar no debe llevar las manos en los bolsillos. Sacó las manos de los bolsillos.

Abundancia naturalista: se hurgó las narices con el dedo meñique. Es un detalle nimio; pero lo primero es la observación.

Dio media vuelta y desanduvo la calle.

—Hola, Teniente B.

Casualmente, he aquí el tipo que puede hacer una narración.

"Traído del cabello", pero hemos de confesar que no existe un hombre que no haya sido traído del cabello.

El Teniente B es un amigo de nuestro Teniente.

Se dieron las manos.

—¿Qué tal?

—¿Qué tal?

—¿Qué es de esa vida?

—Bien, ¿y tú?

Etc.

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