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embustero Sinon levantando las manos al cielo, é invocando por testigo á la divinidad, protestó que ya era libre en romper los vínculos que le unian á la Grecia, en aborrecer á los pérfidos y descubrir sus secretos. En cuanto á vosotros troyanos, dijo, sed fieles á vuestras promesas, y si os hago un servicio que asegure vuestra patria, asegurad mi vida, guardándome la palabra dada. Sabed pues, que toda la esperanza de los griegos para salir bien de esta guerra, se fundaba en la protección de Minerva; pero desde que el sacrílego Diomedes, y el inventor de todos los crímenes Ulises formaron el proyecto de robar la estatua de la Diosa, y matando á los que la custodiaban se apoderaron de ella, sus negocios fueron cada vez á peor, y la Diosa lejos de protegerlas se irritó