mañanas, y hacia atar inhumanamente á su carro el cuerpo de Hector, le arratraba tres veces alrededor del sepulcro de Patroclo, y volvia á su tienda para descansar, dejando el cadáver tendido sobre el polvo. Apolo movido de compasión apartaba del cadáver cuanto podia corromperle, y le cubria con su égida de oro, para que Aquiles al arrastrarle no le hiciese pedazos. Los Dioses exceptuando Juno, Neptuno y Minerva querian que Mercurio sacase el cadáver de entre el ejército griego, pero aquellos tres se opusieron fuertemente á ello, por la implacable venganza que conservaban contra los troyanos. Al fin Júpiter movido pro las reconvenciones de Apolo envió á Tetis para que inclinase á su hijo Aquiles, á volver el cuerpo de Hector, y al mismo tiempo despacho á la
Página:Curso de Mitología.djvu/220
Esta página ha sido corregida
(210)