Esta página ha sido corregida
(91)
enigma del Esfinge, y Jocasta que debia ser el premio del vencedor de aquel monstruo, lo fue de Edipo. Este horrible himeneo excitó el horror y la indignacion de los dioses: y enviaron la peste á los Tébanos. Juguete infeliz del destino supo por el pastor que le habia salvado, el misterio de su nacimiento. Odioso á la naturaleza y á sí mismo se sacó los ojos de desesperacion, se desterró de su patria, y se sepultó en las rocas desiertas de Colonos.