Página:Cuentos y cronicas.djvu/125

Esta página ha sido corregida
Cuentos y cronicas


II


Así habló el bizarro poeta de larga cabellera, en una hora armoniosa en que la tarde diluía sus complacencias dulces en un aire de oro. El cuarto era modesto; el antiguo libertario revelaba sus aristocracias de artista, con el orgullo de su talento, con su amada, condesa auténtica, y con una Juventud llena de futuro más auténtica aún.

Y salimos al hervor de París.

113