Página:Cuentos para los hombres que son todavía niños.djvu/22

Esta página ha sido corregida
– 16 –

sus manecitas pequeñas, rellenas de algodón, resbalan suavemente por mi rostro, y me dice al oído con voz entrecortada:

—Teresita, yo te quiero tanto; Teresita tengo ganas de rezar...