Página:Cuentos escogidos de los Hermanos Grimm.pdf/75

Esta página no ha sido corregida
65
Cuentos de Grimm.

cantar; le han sacado de su jaula y tus ojos no le verán ya más. Ruiponche es cosa perdida para tí, no la encontrarás Dunca.

El principe sintió el dolor mas profundo y en su desesperacion saltó de la torre; tuvo la fortuna de no perder la vida, pero las zarzas en que cayó le atravesaron los ojos.

Comenzó á andar á ciegas por el bosque, no comia mas que raices y yerbas y sólo se ocupaba en lamentarse y llorar la pérdida de su querida esposa. Vagó asi durante algunos años en la mayor miseria, hasta que llegó al fin al desierto donde vivia Ruiponche en continua angustiá. Oyó su voz y creyó conocerla, fue derecho hácia ella, la reconoció apenas la hubo encontrado, se arrojó á su cuello y lloró amargamente. Las lágrimas que bañaron sus ojos, les devolvieron su antigua claridad y volvió á ver como antes.

La llevó á su reino donde fueron recibidos con grande alegría, y vivieron muchos años dichosos y contentos.

23