Página:Cuentos escogidos de los Hermanos Grimm.pdf/313

Esta página ha sido corregida
303
Cuentos de Grimm.

caballo, algo mas allá empezó á tropezar, y luego no tropezaba ya sino que cayó con una pierna rota. El comerciante se vió obligado a dejar allí al animal, á desatar su maleta, echársela á las espaldas y volver á pié á su casa, donde no llegó hasta muy entrada la noche.

—Aquel maldito clavo de que no quise hacer caso, murmuraba para sí, ha sido la causa de todas mis desgracias.

Lectores, corred despacio.

FIN.