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Cuentos de Grimm.

mucha violencia y comprendió que habia violado su mandato y abierto la puerta prohibida. Dijola sin embargo otra vez.

—¿De veras no lo has hecho?

—No, contestó la niña por segunda vez.

La señora miró el dedo, que se habia dorado al tocarle la luz; no dudó ya de que la niña era culpable y la dijo por tercera vez:

—¿No lo has hecho?

—No, contestó la niña por tercera vez.

La señora la dijo entonces:

—No me has obedecido y has mentido, no mereces estar conmigo en mi palacio.

La jóven cayó en un profundo sueño y cuando despertó estaba acostada en el suelo, en medio de un lugar desierto.

Quiso llamar, pero no podia articular una sola palabra; se levantó y quiso huir, mas por cualquier parte que lo hiciera, se veia detenida por un espeso bosque que no podiaatravesar. En el círculo en que se hallaba encerrada encontró un árbol viejo con el tronco hueco que eligió para servirla de habitacion. Allí dormia por la noche, y cuando llovia ó nevaba, encontraba allí abrigo. Su alimento consistia en hojas y yerbas, las que buscaba tan lejos como podia llegar.

Durante el otoño reunia una gran cantidad de hojas secas, las llevaba hueco y en cuanto llegaba el tiempo de la nieve el frio, iba á ocultarse en él. Gastáronse al fin sus vestidos y se la cayeron á pedazos, teniendo que cubrirse tambien con hojas. Cuando el sol volvia á calentar, salia, se colocaba al pie del árbol y sus largos cabellos la cubrian como un manto por todas partes. Permaneció largo