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Cuentos de Grimm.

da á la fuente, llenó su cántaro y se puso en camino. Pero se sintió cansado en medio del tránsito, y poniendo el cántaro en el suelo se echó & dormir un rato; mas tuvo el cuidado de ponerse debajo de la cabeza un cráneo de caballo que encontró allí cerca para no tardar en despertar con la dureza de la almohada.

. La princesa que corria tan bien como puede hacerlo una persona en el estado natural, llegó á la fuente y se apresuró á volver despues de haber llenado su cántaro.

Encontró al andarin dormido:

—Bueno, se dijo alegremente, el enemigo está en mis manos.

Vació el cántaro del dormido y continuó su camino.

Todo se habia perdido; mas por fortuna, el cazador colocado en lo alto del palacio, vió esta escena con su perspicaz vista.

—Pues no faltaba más, dijo; sino que ganara la princesa.