Página:Cuentos escogidos de los Hermanos Grimm.pdf/246

Esta página no ha sido corregida
236
Cuentos de Grimm.

¡ LOS TRES RAMOS VERDES, Habia una vez un ermitaño que vivia en un bosque al pié de una montaña; pasaba el tiempo rezando haciendo buenas obras, y todas las tardes llevaba por penitencia dos cubos grandes de agua desde la ladera hasta la cumbre de la montaña, para regar las plantas y dar de beber á los animales, pues reinaba en aquella altura un aire tan fuerte que todo lo secaba, y los pájaros, que huian en aquel desier to de la presencia del hombre, buscaban en vano agua que beber con sus perspicaces ojos. Un ángel del Señor se aparecia al ermitaño para recompensar su piedad, y en cuanto concluia su tarea le daba de comer, como á aquel profeta que era sustentado por los cuervos de órden del Eterno.

El ermitaño llegó así, en olor de santidad, hasta una edad muy avanzada; pero un dia en que vió á lo lejos un pobre pecador, á quien llevaban al cadalso, se atrevió á decir:

—Ya vas á pagar lo que has hecho.

Por la tarde, cuando subió el agua á la montaña, no se le apareció el ángel como costumbre, ni le trajo su comida.

Atemorizado, inquirió en el fondo de su corazon en lo que podia haber ofendido á Dios, y no podia descubrirlo. Pos-