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Cuentos de Grimm.

perdido ya la vida, y seria lástima que esos hermosos ojos no volvieran á ver la luz mas.

Pero el jóven la contestó:

—Aunque me sucediera otra cosa peor, quisiera saberlo, pues ese es el motivo de mi viaje.

No dejo descansar á nadie en la posada hasta que le dijeron que no lejos de allí habia un castillo arruinado, donde podria saber lo que era miedo con solo pasar en él tres noches.

El rey habia ofrecido por mujer á su hijs, que era la doncella mas hermosa que había visto el sol, al que quisiese hacer la prueba. En el castillo habia grandes tesoros, ocultos que estaban guardados por los malos espíritus, los cuales se descubririan eatonces, y eran suficientes para hacer rico á un pobre. A la mañana siguiente se presentó el jóven al rey, diciéndole que si se lo permitia pasaria tres noches en castillo arruinado.

El rey le miró y como le agradase, le dijo:

—Puedes llevar contigo tres cosas, con tal que no tengan vida, para quedarte en el castillo.

El jóven le contestó:

—Pues bien, concededme llevar leña para hacer lumbre, un torno y un tajo con su cuchilla.

El rey le dió todo que habia pedido. En cuanto fue de noche entró el jóven en el castillo, encendió en una sala un hermoso fuego, puso al lado el tajo con el cuchillo, y se sentó en el torno.

—¡Ah! ¡si me enseñaran lo que es miedo! dijo; pero aquí tampoco lo aprenderé.

Hácia media noche se puso á atizar el fuego y cuando estaba soplando oyó de repente decir en un rincon:

—¡Miau! ¡miau! ¡frio tenemos!