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Cuentos de Grimm.

do: ese debe ser algun oficio del que no entiendo una palabra.

Mas un día le dijo su padre:

—Oye tú, el que está en el rincon: ya eres hombre y tienes fuerzas bastantes para aprender algo con que ganarte la vida. Bien ves cuánto trabaja tu hermano, pero tú no haces mas que perder el tiempo.

—¡Ay padre! le contestó, yo aprenderia algo de buena gana, y sobre todo quísiera aprender lo que es miedo, pues de lo contrario no quiero saber nada.

Su hermano mayor se echó á reir al oirle, y dijo para sí:

—¡Dios mío, qué tonto es mi hermano; nunca llegará á ganarse el sustento.

Su padre suspiró y le contestó:

—Ya sabrás lo que es miedo: mas no por eso te ganarás la vida.

Poco despues fue el sacristan de visita, y le refirió el padre lo que pasaba, diciéndole cómo su hijo menor se daba tan mala maña para todo y que no sabia ni aprendia nada.

Podreis creer que cuando le he preguntado si queria aprender algo para ganarse su vida, me contestó que solo queria saber lo que es miedo?

—Si no es mas que eso, le respondió el sacristan, yo se lo enseñaré: enviádmele á mi casa, y no tardará en saberlo.

El padre se alegró mucho, pues pensó entre sí:

—Ahora quedará un poco menos orgulloso.

El sacristan se le llevó á su casa para enviarle á tocar las campanas. A los dos días le despertó á media noche, le mandó levantarse, subir al campanario y tocar las campanas.