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Cuentos de Grimm.

su pan, despues miró á la imágen y le pareció que se sonreia, hizo lo mismo todos los dias figurándosele que la imágen estaba mas contenta cada vez.

Algun tiempo despues cayó malo y no se levantó de la cama en ocho dias. En cuanto pudo levantarse se fué á arrodillar á los pies del niño Jesus. El cura que le seguia le oyó decir así:

—No me acuses Dios mio, si hace tanto tiempo que no te he alimentado, estaba enfermo y no podia levantarme.

Como continuaba de rodillas le preguntó el cura lo que hacia.

—¡Oh! padre mio, respondió mirad lo que me ha dicho el niño Jesus. He visto tu buena voluntad y es suficiente.

El domingo próximo vendrás conmigo al festiu celestial.

El sacerdote pensó que le ordenaba Dios dar la comunion al pobre niño y le preparó para aquel gran dia. El niño asistió el domingo á los oficios divinos, pero en el momento de la comunion le llamó Dios al Paraiso y le sentó á su lado en el festin celestial.