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Cuentos de Grimm.

pidió despues de su padre y se marchó con sus compañeras á la corte de su antiguo novio; pregunto si necesitaba cazadores y sí podian entrar todos en su servicio. El rey la miro y no la conoció; pero como todos eran tan buenos mozos, dije que sí, que los recibiria con gusto. Y quedaron los doce cazadores á servicio del rey.

Pero el rey tenia un leon, que era un animal mágico, pues sabia todo lo oculto y secreto, y una noche le dijo:

—¿Crees que tienes doce cazadores?

—Sí, contestó el rey, los cazadores son doce.

Pero el leon añadió:

—Te engañas, son doce doncellas.

El rey replicó:

169 —No puede ser verdad; ¿cómo me lo probarás?

—Manda echar guisantes en tu cuarto, replicó el leon, y lo verás con facilidad. Los hombres tienen el paso firme; cuando andan sobre guisantes, ninguno se mueve; pero las mujeres caminan con inseguridad y vacilan y los guisantes ruedan.

El rey siguió su consejo y mandó estender los guisantes.

Mas un criado del rey, que queria mucho á los cazadores, cuando supo que debian ser sometidos á una prueba, se lo contó, diciéndoles:

—El leon quiere probar al rey que sois mujeres.

Agradecióselo la princesa y dijo á sus doncellas:

—Id con cuidado, y andad con paso fuerte por santeslos guiCuando el rey llamó al día siguiente á los cazadores y fué á su cuarto, donde estaban los guisantes, comenzaron á andar con fuerza y con un paso tan firme y seguro, que ni uno solo rodó ni se movió. Cuando se marcharon, dijo el rey al leon: