LOS DOCE CAZADORES.
Habia una vez un príncipe, que tenia una novia, á la cual queria mucho; hallábase siempre á su lado y estaba muy contento, pero tuvo noticia de que su padre, que vivia en otro reino, se hallaba mortalmente enfermo, y queria verle antes de morir; entonces dijo á su amada:
—Tengo que marcharme y abandonarte, pero aquí tienes esta sortija en memoria de nuestro amor, y cuando sea rey volveré y te llevaré á mi palacio.
Se puso en camino, y cuando llegó al lado de su padre, se hallaba moribundo, y le dirigió estas palabras:
—Querido hijo mio, he querido verte por última vez antes de morir; prométeme casarte con la mujer que te designepo Y le nombró una princesa que debia ser su esposa.
El jóven estaba tan afligido, que le contestó sin refle—xionar:
—Sí, querido padre, cumpliré vuestra voluntad.
Y el rey cerró los ojos y murió.
Comenzó entonces á reinar el hijo, y trascurrido el tiempo del luto debia cumplir su promesa, Io por envió á que