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Cuentos de Grimm.

cesidad, fué á buscar á su hermana y la dijo:—Mis hijos se mueren de hambre, tú eres rica, dáme un pedazo de pan.—Pero la rica, que tenia un corazon de piedra, la contestó: —No hay pan en casa,—y la despidió con dureza.

Algunas horas despues volvió å su casa el marido de la hermana rica, y cuando comenzaba á partir el pan para comer, se admiró de ver que iban saliendo gotas de sangre conforme le iba partiendo. Su mujer asustada le refirió todo lo que habia pasado. Se apresuró á ir á socorrer á la pobre viuda y la llevó toda la comida que tenia preparada. Cuando salió para volver á su casa, oyo un ruido muy grande y vió una nube de humo y fuego que subía hacia el cielo. Era que ardía su casa. Perdió todas sus riquezas en el incendio, su cruel mujer lanzando gritos de rabia, decía:—Nos moriremos de hambre.

—Dios socorre á los pobres,—la respondió su buena hermana, que corrió á su lado.

La que habia sido rica, lubo de mendigar á su vez; pero nadie tuvo compasion de ella. Su hermana olvidando su crueldad, repartia con ella las limosnas que recibia. (Traducido del original.)