Página:Cuentos escogidos de los Hermanos Grimm.pdf/112

Esta página no ha sido corregida
102
Cuentos de Grimm.

102 patio pequeño con gallinas y patos, y un canastito con legumbres y frutas.—Ves, le dijo la mujer, qué bonito es esto?

—Sí, la dijo el marido; si vivimos siempre aquí, seremos muy felices.

—Veremes lo que nos conviene, replicó la mujer.

Despues comieron y se acostaron.

Continuaron asi durante ocho ó quince dias, pero al fin dijo la mujer:—¡Escucha, marido mio: esta casa es demasiado estrecha, y el patio y el huerto son tan pequeños!...

El barbo hubiera debido en realidad darnos una casa mucho más grande. Yo quisiera vivir en un palacio de piedra; vé á buscar al barbo; es preciso que nos dé un palacio.

—¡Ah! mujer, replicó el marido, esta casa es en realidad muy buena; ¿de qué nos serviria vivir en un palacio?

—Vé, dijo la mujer, el barbo puede muy bien hacerlo.

—No, mujer, replicó el marido, el barbo acaba de darnos esta casa, no quiero volver, temeria importunarle.

— Vé, insistió la mujer, puede hacerlo y lo hará con mucho gusto; vé, te digo.

1 El marido sentia en el alma dar este paso, y no tenia mucha prisa, pues se decia :—No me parece bien, obedeció sin embargopero 1 Cuando llegó cerca del mar, el agua tenia un color de violeta y azul oscuro, pareciendo próxima á hincharse; no estaba verde y amarilla como la vez primera; sin embargo, reinaba la mas completa calma. El pescador se acercó y dijo:

Tararira ondino, tararira ondino, hermoso pescado, pequeño vecino, .

7 1