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Cuentos de Grimm.

no, y si se acercaba algun otro á invitarla, le decia:—es mi pareja.

93 Bailó hasta el amanecer y entonces decidió marcharse; el príncipe la dijo:—Iré contigo y te acompañaré:—pues deseaba saber quién era aquella jóven, pero ella se deepidió y saltó al palomar, entonces aguardó el hijo del rey á que fuera su padre y le dijo que la doncella estranjera habia saltado al palomar. El anciano creyó, que debia ser la Cenicienta; trajeron una piqueta y un martillo para derribar el palomar, pero no habia nadie dentro, y cuando llegaron á la casa de la Cenicienta, la encontraron sentada en el hogar con sus sucios vestidos y un turbio candil ardia en la chimenea, pues la Cenicienta habia entrado y salido muy lijera en el palomar y corrido hácia el sepulcro de su madre, donde se quitó los hermosos vestidos que se llevó el pájaro y despues se fué á sentar con su basquiña grís á la cocina.

Al dia siguiente, cuando llegó la hora en que iba á principiar la fiesta y se marcharon sus padres y hermanas, corrió la Cenicienta junto al arbolito y dijo:

Arbolito pequeño, dáme un vestido; que sea de oro y plata muy bien tejido.

Dióla entonces el pájaro un vestido mucho mas hermoso que el del dia anterior y cuando se presentó en la boda con aquel traje, dejó á todos admirados de su estraordinaria belleza; el príncipe que la estaba aguardando la cogió de la mano y bailó toda la noche con ella; cuando iba algun otro á invitarla, decia:—Es mi pareja.—Al amanecer manifestó deseos de marcharse, pero el hijo del rey la siguió para ver la casa en que entraba, más de pronto se metió en el jardin