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Cuentos de Grimm.

nicienta las escuchó llorando, pues las hubiera acompañíado con mucho gusto al baile, y suplicó á su madrastra se lo permitiese. Cenicienta, la dijo: estás llena de polvo y ceniza y quieres ir á una boda? ¿No tienes vestidos ni zapatos y quieres bailar?—Pero como insistiese en sus súplicas, la dijo por último:—Se ha caido un plato de lentejas en la ceniza, si las recoges antes de dos horas, vendrás con nosotras:—La jóven salió al jardin por la puerta trasera y dijo: Tiernas palomas, amables tórtolas, pájaros del cielo, venid todos y ayudadme á recoger, :

las buenas en el puchero, las malas en el caldero.

93 Entraron por la ventana de la cocina dos palomas blancas, y despues dos tórtolas por último comenzaron á revolotear alrededor del hogar todos los pájaros del cielo, que acabaron por bajarse á la ceniza, y las palomas picoteaban con sus piquitos diciendo pí, pí, y los restantes pájaros comenzaron tambien á decir pí, pí, y pusieron todos los granos buenos en el plato. Aun no habia trascurrido una hora, y ya estaba todo concluido y se marcharon volando. Llevo entonces la niña llera de alegría el plato á su madrastra, creyendo que le permitiria ir á la boda, pero la dijo:—No, Cenicienta, no tienes vestido y no sabes bailar, se reirian de nosotras; mas viendo que lloraba añadió: Si puedes recoger de entre la ceniza dos platos llenos de lentejas en una hora, irás con nosotras.—Creyendo en su interior, que no podría hacerlo, vertió los dos platos de lentejas en la ceniza y se marchó, pero la joven salió entonces al jardin por la puerta trasera y volvió á decir: Tiernas palomas, amablas tórtolas, pájaros del cielo, venid todos y ayudadme á recoger,