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oido á cierta distancia. Es muy probable que estos ruidos provengan de las corrientes de agua que por diferentes cañerías pasan por bajo el piso para alimentar las fuentes; mas el hijo de la Alhambra los atribuía á las almas de los abencerrages degollados, que vagan durante la noche por el teatro de su suplicio, é imploran la venganza divina sobre su asesino.

Del patio de los Leones volvimos atras, y cruzando de nuevo el de la Alberca, llegamos á la torre de Comáres, que lleva el nombre del arquitecto que la construyó. Es fuerte, sólida, de atrevida elevacion, y domina todo el edificio y el lado mas escarpado de la colina, que baja rápidamente hasta la orilla del Darro. Por un cobertizo pasamos al salon inmenso que ocupa el interior de la