Página:Cuentos de la Alhambra (1833).pdf/234

Esta página ha sido corregida
(222)

sobre esta mesa están unas armas encantadas, y junto á ellas se ve un hermoso caballo, igualmente encantado, todo lo cual ha permanecido oculto por espacio de muchos siglos.»

Quedó el príncipe sobrecogido de admiracion; y el buho abriendo y guiñando alternativamente sus grandes y redondos ojos, y enhestando los cuernos, continuó así:

«Hace muchos años vine yo acompañando á mi padre en un viage que hizo por este pais para visitar sus posesiones; y como fijamos nuestra habitacion en la caverna de que os hablo, tuve proporcion de conocer los misterios que encierra. Segun una tradicion de nuestra familia, que me refirió mi abuelo siendo yo muy niño, dichas armas pertenecian á un