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HISTORIA DE UNA MADRE
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allabase sentada una madre junto á la cuna de su pequeño hijo, por todo extremo afligida y temerosa de que la muerte se lo arrebatara. Pálido y demacrado era el rostro del pobre pequeñuelo y sus párpados permanecían entornados. Su respiración difícil era algunas veces tan profunda que más parecía suspiro que respiración, y lo obstante aún infundía más, lástima la madre que el inocente moribundo.
He aquí que llaman á la puerta y entra en la casa un pobre viejo, triste envuelto en un holgado cobertor, que le resguardaba del frío y le era á fe de todo punto indis-