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DE NUNCA ACABAR

o a las escondidas, nos congregábamos a su lado, i sentados los mas en el suelo con las piernas cruzadas, i acariciados por el suave calor que irradiaba el brasero, nos estábamos pendientes de sus relatos, mirándola sin pestañear, a no perder una sola de sus palabras, hasta que el sueño nos rendia i ella misma nos iba a acostar.

-Mama Antuca, le dije una noche en que nos referia casos de aparecidos, que nos ponian los pelos de punta i nos hacian mirar a un lado i a otro, asustados, creyendo ver deslizarse en la penumbra de la pieza no alumbrada sino por los débiles resplandores de la llama del brasero, una Sombra que estendia su mano negra i velluda para cojernos, mama Antuca, le dije, cuéntenos mejor un cuente.

-Pero, hijito, si ya les hei contao toos los que sabia!

-No importa, mama; cuéntenos otra vez cualquiera de ellos, el del compadrito león, mas que no sea[1].

-Pero si ese se los hei contao por lo menos veinte veces. Mejor les contaré el del Gatito montés.

-Bueno! bueno! gritamos en coro, cuéntenos el del Gatito montés.

1. Cuento del Gatito montes

-Pa saber i contar i contar pa saber; estera i esterita, pa secar peritas; estera i esterones, pa secar orejones; no l eche tantas chacharachas, [2] porque la vieja es mui lacha [3]; ni se las deje d echar, porque de too ha de llevar: - pan i queso pa los tontos lesos; pan i harina, pa las monjas capuchinas; pan i pan, pa las monjas de San Juan. Est era un ga-

  1. El cuento del Compadrito leon, potito quemado, que éste es su nombre completo, es mui largo para ponerlo en nota. Lo contaré en otra ocasion. La espresion chilena mas que no sea equivale al castellano siquiera.
  2. Chacharacha, cosa de escaso valor.
  3. Lacho, elegante, enamorado, amante.