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CUENTOS

ese es Cora. La distancia entre el borde de uno y otro labio podría recorrerse en la escala de Jacob, la más larga de cuantas la tradición conserva memoria. Las gentes del lugar le dan monedas para hacerlo estirar la boca con los dos índices formando ganchos, hasta encontrar las orejas, la cual es una operación normal, y á veces con reirse lo consigue naturalmente. Esos labios tienen la elasticidad de ciertos gusanos de las tierras húmedas, que unas veces se contraen hasta formar una bolilla, y otras se estiran como una serpiente: hay allí carne para todo.

A tal formación andro-geológica corresponde un desarrollo mental semejante. Esa alma es una nebulosa informe en cuyo seno germinan todas las facultades en un revoltijo incalificable, y lo mismo asoma un destello de voluntad, que una ráfaga de sentimiento, ó un empuje de inteligencia. Pero predomina en más alto grado el segundo de esos atributos. Cora es muy sensible, y tiene