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XXXVI

Adelante! Adelante! A la aventura!
Alas más briosas no agitó el Pegaso!
Se extiende sin confines la llanura;
los horizontes se abren á su paso;
la noche lenta avanza; no fulgura
un solo resplandor del sol de ocaso,
y de los astros á la luz escasa,
evocación de infierno, el grupo pasa.

XXXVII

Y aun cruzarían la extensión desierta
el corcel desbocado, el caballero,
la enancada visión de Silvia muerta...
yo, que la historia de los tres refiero,
y tú, que hace una hora estás alerta
por saber en qué para el entrevero...
Pero, rodaron todos por el suelo,
y la visión de Silvia volvió al cielo