toneladas de víveres y un número inmenso de muebles y efectos de construcción y maquinaria. Parejas de excelentes bueyes de trabajo fueron adquiridas por unos cuantos pesos, y en los almacenes y depósitos de la Administración Militar casi se regalaron grandes cantidades de arroz, bacalao, patatas, garbanzos, ron, aguardiente, galletas y harina, que desde Cádiz, y a pesar del bloqueo, fueron enviados aquí y otros adqui- ridos con los fondos de la suscripción popular. El dinero obtenido ingresó en las cajas respectivas, y no tengo noticias de graves filtraciones o irregularidades. Solamente recuerdo que al examinar algunos comer- ciantes las estibas de arroz valenciano que pregonaba el almoneaero público, vieron que aquel cereal, tal vez por influencias del clima o por otras razones desconocidas, se había transformado en arroz hamburgués de ínfima calidad. El bacalao de Esco- cia, que nos llegó en pequeñas cajas, también sufrió parecida metamorfosis....... 25
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CRÓNICAS
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