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CRÓNICAS
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Plana Mayor del batallón Cazadores de la Patria, núm. 25.

medios tenga a mi alcance. Todo lo que puedo hacer, en obsequio a ese cuerpo consular, es respetar el paraje neutral que se escoja para residencia de los cónsules y extranjeros fuera de Ponce.—Macías.

El anterior despacho llegó a conocimiento de gran número de personas, y muy pronto aparecieron grupos en varias esquinas de la ciudad, y en voz alta se hablaba de atacar a la fuerza española, para impedir, por todos los medios, el bombardeo anunciado.

Los cónsules se trasladaron a la oficina de Telégrafos, y allí el coronel San Martín mostró al de Inglaterra, Toro, un último telegrama, que acababa de recibir, concebido en estos términos:

Si usted cree que toda defensa es imposible, evacue la plaza en mejor orden. Lleve consigo todo el material que pueda, y destruya depósitos de municiones víveres, así como estación y material de ferrocarril.

De este documento tuvieron conocimiento el cónsul de Alemania Enrique Fritze y el súbdito inglés Roberto Graham, que acompañaban a Toro. Éste, inmediatamente, volvió a bordo del Dixie, y, después de alguna controversia con el comandante Davis, convino la capitulación de la plaza con las siguientes condiciones, que debían ser sometidas al general Miles: