biendo órdenes de seguir su viaje. A las 9 de la misma hicieron rumbo a San Vicente de Cabo Verde, adonde llegaron sin novedad, fondeando en Puerto Grande el día 14, a las diez de la mañana. Allí estaba la división de torpederos, cuyo jefe, Villaamil, se puso a las órdenes del almirante.
Los cruceros españoles habían navegado a una velocidad entre 11 y 12 millas, siendo el consumo de carbón sumamente exagerado, gastando el Colón 500 toneladas y 400 el Teresa.
A su llegada a puerto, Cervera dirigió al ministro el siguiente cable:
Fondeamos sin novedad. Estoy ansioso de saber instrucciones y noticias. Suplico telegrama diario. Tengo necesidad de combustible, mil toneladas para rellenar.
Entonces comenzó la difícil operación de tomar carbón, pudiendo conseguirse a duras penas unas 700 toneladas, que se pagaron a 51 chelines. El cónsul americano había comprado todo el carbón existente en el puerto.
El 18 de abril llegó el San Francisco con las instrucciones, que, en síntesis, eran:
1.º Proteger la escuadrilla de torpederos a causa de estar en aguas de Europa dos buques de guerra americanos.
2.º El trasatlántico Ciudad de Cádiz, la escuadrilla de torpederos y (destroyers) y los cruceros Vizcaya y Oquendo (que habían salido de Puerto Rico) unidos al Teresa y Colón, formarían la flota al mando del almirante Cervera.
3.º El objetivo de la expedición será la defensa de la isla de Puerto Rico, «que tomará V. E. a su cargo en la parte marítima, combinando su acción militar de acuerdo con el gobernador de la Isla; pero sin olvidar que el plan de aquélla sólo puede corresponder a V. E. dada su innegable competencia en su calidad de almirante para medir las fuerzas del presunto enemigo, apreciar la importancia de sus movimientos, así como los recursos que pueden desarrollar los buques del mando de V. E....., a no ser que las fuerzas del enemigo fuesen iguales o inferiores, en el cual caso convendrá a V. E. tomar la ofensiva».
4.º Para el aprovisionamiento, en San Vicente, tenía órdenes el comandante de la división de torpederos, «y en Puerto Rico encontrará V. E., si ha lugar, todo genero de recursos, incluso municiones.»
El mismo 18 de abril fondearon en Cabo Verde, incorporándose al resto de la escuadra, los cruceros Oquendo y Vizcaya. El 20 tuvo lugar, a bordo del Colón, una reunión de jefes, tomándose acuerdos que fueron telegrafiados al ministro de Marina en esta forma:
De acuerdo con segundo jefe y los comandantes de los buques, propongo ir al punto donde se indica e indicará: Canarias. Ariete tiene en mal estado sus calderas; la del Azor es muy vieja. Vizcaya necesita entrar en dique para pintar fondos si ha de conservar su velocidad. Canarias quedaría libre de un golpe de mano y todas las