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CRÓNICAS
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capitanía general de la isla de puerto rico.— estado mayor

SECCIÓN 3.

Orden general del distrito para el día ij de mayo de 1898,
dada en San Jíian de Puerto Rico,

Atacada esta plaza en el día de ayer por una poderosa escuadra enemiga de once barcos, con artillería muy superior en número y calibres a la de sus baterías, fué aquélla rechazada, después de tres horas de violento combate, con averías que han sido comprobadas por observaciones posteriores desde otros puntos de la costa y sin conseguir el visible intento de desmantelar nuestras defensas, para realizar el cual se aproximaron repetidas veces sus más fuertes acorazados hasta tiro de fusil del Morro, fiados sin duda en la invulnerabilidad de sus costados y en la ventaja que éste les daba para apagar a tan corta distancia los fuegos de la plaza.

No fué esto así, sin embargo, gracias, en primer término, a la serena firmeza de los comandantes, oficiales y sirvientes de las baterías, secundados por el entusiasmo de las demás fuerzas del Ejército, Voluntarios y Cuerpos Auxiliares, y en particular por el de los auxiliares de Artillería, que han sabido compartir como veteranos con los artilleros del Ejército los riesgos y fatigas del combate en los puntos donde sus efectos se hacían sentir con mayor intensidad.

Debo hacer aquí, también, mención especial de la sección de ciclistas del primer batallón de Voluntarios, que comunicó mis órdenes constantemente, haciéndose sus individuos superiores al cansancio y a los peligros, y personal del Excmo. Sr. Gene- ral Gobernador de la plaza, cuyo celo y actividad han contribuido eficazmente a la defensa; no citando nombres de jefes y oficiales, porque el desempeño de todos, en la esfera de acción de sus cargos y puestos, ha sido el de siempre conocido en el Ejército Español.

Es la primera vez que en lucha tan desigual se ve obligada a confesar su impo- tencia, retirándose acompañada por los proyectiles de las baterías de tierra, una escuadra numerosa y dotada de todos los poderosos elementos de las Marinas mo- dernas, y el honor de haber alcanzado éxito tal, será seguramente el mejor galardón