Página:Correspondance de Guillaume le Taciturne, prince d’Orange, 1857.djvu/173

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Españoles que con ellos andan, sin tratar de interés, pues esse no les mueve, sino su consciencia y querer bolver por su honrra como hombres honrrados, aunque dize que converná que en el perdon venga promessa general de que les harán, después de hecho el negocio, merced condigna á la grandeza dél : particularmente esto para los otros, de quienes se dexó después entender que lo desseavan, y lo mismo hago cuenta que dessea él, y pide que los perdones vengan para cada uno aparte, y pues tardarian tanto en venir de España, se contentan con el de V. Alta en nombre de Su Magestad.

Preguntéle qué salida dava á la sospecha que podríamos tener de que fuesse trato doble : á que me respondió que, en verdad que esso no havia que dudar, que ellos podrán, si menester fuere, embiar algunos en ostaje, y darán tantas señales de la verdad de este negocio y de la execucion, que se podrá muy bien ver que no va fingido, demás de offrescer de embiar á su muger á la casa del maestre de campo Mondragon.

Hízele muy buen acogimiento, como lo merescia la propuesta, y alabé infinito la honrrada resolucion, asegurándole que si lo ponian por obra, que no solamente quedaria remediado lo pasado, pero esclarecidos sus nombres para siempre, y todos con mucha merced que les haria Su Magestad . Con que se fué, para partirse el otro dia con la muger á su tierra, dexándome prometido que, dentro de veynte o veynte y quatro dias, á lo mas largo, estaria conmigo de buelta, para tratar mas largo del negocio y concluyr la forma y tiempo de la execucion, y yo á él que para entonces ternia aquí los dichos perdones, y claridad de todo lo demás que fuesse menester.

No sabré juzgar desta propuesta nada, por no conoscer á este Paredes, ni saber qué hombre es, siendo este punto de si es llaneza y no malicia lo que propone él en que consiste el toque, porque, si es ansí que estos anden de buen pié y tienen las compañías adónde dizen, el Paredes en Camfer, y el mulato en Fleselingas, claro está que el negocio lleva camino, y que con esso, y ser tan importante como es, conbiene ser asido con entrambas manos, aunque en este particular de la dicha duda nos desmi-