LECTURAS VARIADAS 67
26.
Alejandro Cumine Russell.
El nombre que encabeza estas líneas pertenece a un niño de 17 años, el cual llevó a cabo uno de los actos más sublimes que pueden registrarse en la historia de la humanidad.
El buque transporte Birkenhead, que conducía un cuerpo de ejército inglés, chocó, el 26 de febrero de 1852, contra una roca submarina.
Desde el primer momento comprendió el capitán que el buque estaba perdido, y como era imposible salvar a toda la tripulación, dispuso que algunos oficiales se ocuparan del salvamento de las mujeres y los niños.
El resto de la tripulación y los soldados formaron en orden de parada y esperaron la muerte, la muerte que venía a pasos agigantados, pues el Birkenhead se hundía pulgada por pulgada en el océano.
La historia de ese naufragio y la actitud serena de aquellos hombres, en su mayor parte jóvenes, fuertes y valientes, hizo temblar de emoción a toda Europa, y el emperador Guillermo I de Alemania mandó. que el relato de aquella catástrofe fuera leído a cada regi- miento los días de parada, como ejemplo del hecho más grandioso, más heroico que se puede presentar en la historia del ejército.
A Alejandro Cumine Russell se le encomendó la di- rección de un bote cargado de mujeres y niños; el jo- ven ocupó su puesto en el timón; con los ojos llenos de lágrimas vió desaparecer el buque Hevando en pos
