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LECTURAS VARIADAS 387

134.

La buena mujer ha de ser dicha, gloria, feliz suerte y bendición de su marido.

En las puertas de la ciudad eran antiguamente plazas, y en las plazas estaban los tribunales y asiento de los jueces y de los que se juntaban para consultar sobre el buen gobierno y regimiento del pueblo. Pues dice que en las plazas y lugares públicos y adonde quiera que se hiciera junta de hombres principales, el hombre cuya mujer es la que aquí se dice, será por ella conocida y preciado por todos. Y dice esto Salomón, o en Salomón el Espíritu Santo, no sólo para mostrar cuánto vale la virtud de la buena, pues honra a sí y ennoblece al marido, sino para enseñarle en esta virtud de la perfecta casada, de que vamos hablando, que es lo sumo della, la raya hasta donde ha de llegar, que es el ser corona y luz y bendición y alteza de su marido; pues es así que todos conocen y cantan y reverencian, y tienen por dichoso y bien aventurado al que le ha caído esta buena suerte; lo uno, por haberle cabido, porque no hay joya ni pose- sión tan preciada, ni envidiada, como la buena mujer; y lo otro, por haber merecido que le cupiese.

Fray Luis DE LEÓN. « La perfocta casada, »