LECTURAS VARIADAS 377
130.
La Odisea.
Nausicaa, hija del rey de los Feacios, encuentra a Ulises.
« ¡Extranjero! Pues no pareces vil, ni insensato, sabe que só'o Zeus es poderoso para dispensar venturas a su capricho, así a los buenos como a los malos. Él decretó tu destiro y fuerza es que lo sufras con paciencia. Em- pero, ahora que has llegado a nuestro pueblo y a nuestra ciudad, no carecerás de ropa ni de cuantas cosas se deben al infeliz que implora. Te mostraré la ciudad y te diré el nombre de nuestro pueblo. Son los Feacios quienes moran en esta ciudad y en este país, y yo soy la hija del magná- nimo Alcinoo, el primero de todos en fuerza y poderío. »
Dijo, y ordenó a las esclavas de hermosas trenzas :
« ¡Acercaos, esclavas! ¿Qué miedo os inspira este hombre para que huyáis de tal modo? ¿Imagináis, tal vez, que sea un enemigo? Ni nació ni nacerá el hombre que traiga la guerra a los Feacios, porque este pueblo es carísimo a los dioses inmortales, y habitamos en el confín de la undosa mar y no tenemos relación con los demás h mbres. Pero si aquí llega, errabundo, algún desgraciado, es forzoso socorrerle, pues huéspedes y mendigos pro- vienen de Zeuz, y los dones que se les hagan, por modestos que fuesen, le son gratos. Dad, pues, esclavas mías, de comer y de beber a nuestro huésped, y lavadle en el río en lugar reparado de los vientos. »
