332 ISONDÚ
Los árboles de lcs huertcs, escuálidos y llorosos, pare- cen esqueletos humanos con los brazos rígidos y desnu- dos, figuras orantes pidiendo al cielo misericordiz. El cierzo y el agua azotan implacables las verdinegras fachadas, roen los escudos, llaman a las puertas carcomidas, zaran- dean los desencajados postigos, silban en las chimeneas, y, rezumando por todas partes, se filtran por las vigas seculares en las estancias abandonadas, donde las goteras isócronas, con el tictac de un péndulo, cuentan las horas con grave y triste monotonía... Y la campana de la Abadía tañe, tañ : lentamente en la bruma, y sus tañidos parccen lamentos de almas en pena.
RicarDo LEÓN.
LÉXICO
Celliscas. — Temporal de agua y nieve muy menuda, impelidas ambas por la fuerza del viento. Deriva del latín procella.
Abrego. — Del latín africus. Viento tempestuoso que sopla en España, entre mediodía y poniente.