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LECTURAS VARIADAS
94.
¡Ara y canta...!
I
Labriego : ¿Vas a la arada? Pues dudo que haya otoñada más grata y más placentera para cantar la tonada
de la dulce sementera.
¿Qué has dicho? ¿Que el desgraciado que pasa el eterno día
bregando tras un arado
jamás cantó de alegría
si alguna vez ha cantado?
Es una queja embustera la que me acabas de dar. ¿No sabes que yo sé arar? Pues déjame la mancera
y Oye, que voy a cantar :
yl
« Labriego poco paciente : si crees que sólo tu frente
vierte copioso sudor
que sorbe innúmera gente, sal de tu error, Jabrador. »