LECTURAS VARIADAS
11.
El niño y la golondrina.
— ¡Oh! si yo fuera dulce golondrina, — Decía un niño de pupila azul — Con su ala yo, de niebla vespertina, Cruzaría gozoso el leve tul.
— Y yo — le respondió la golondrina — Para ser niño de pupila azul,
Cambiar querría mi ala peregrina,
Por tus lindos cabellos de áurco tul.
— Y tú, ¿qué harías, dulce golondrina? — Le dijo el niño de pupila ¿zul — ¿Qué harías si por tu ala peregrina Mis cabellos te diera de áureo tul?
La golondrin: entonces : — Si tuviera Tus cabellos — le dijo — de áureo tul Sólo al verme en el mundo se dijera Que yo era un ángel de ese cielo azul.
Pero tú — continuó la golondrina — Di, tierno niño de pupila azul :
¿Qué harías, pues, con mi ala peregrina Sin tener tus cabellos de áureo tul?
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