214 ISONDÚ
Los compañeros bajaron por la escalera desolados, creyendo encontrar a su compañero de piraterías con el cráneo hecho pedazos.
Pero cuál no sería su sorpresa al contemplarlo de pie en medio de la calle y que al acercarse les dijo son- riendo :
— ¿A ver, pues, las señales de los azotes? Lo que es yo, ni una seña; ni me he lastimado.
Sin saberlo y con exposición de su vida, había puesto en práctica el joven Rufino, el principio del paracaídas.
El traje de los niños sanjuaninos era, en aquella época, una blusa de cotonada bastante larga y cerrada, y encima un ponchito redondo muy ajustado al cuello, traje bastante amplio y resistente, que al extenderse en el aire sirvió de paracaídas y salvó al atrevido muchacho de estrellarse contra el pavimento.
La gente del pueblo, por su parte, siempre dada a atribuir a influencias sobrenaturalesTtodo aquello que, en su ignorancia, no alcanza a comprender, clamó : «¡Milagro! » y como tal los buenos sanjuaninos lo atri- buyeron al padre Castro.
LÉXICO
Pombero. — Es, según los campesinos de Misiones, un hombre alto, delgado, cubierta la cabeza con un gran sombrero y armado de bastón para pegar a los muchachos que encuentre durante la siesta robando nidos.
Paracaídas. — Es un aparato semejante a un paraguas; sirviéndose de él puede una persona lanzarse desde cierta altura, sin hacerse daño.
EJERCICIOS GEOGRÁFICOS
Señalar en el mapa la provincia nombrada e indicar sus ríos, montañas y producciones principales.
