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LECTURAS VARIADAS 103

que traza con su lanza el rumbo de las grandes, eternas ascensiones nacionales.

¡Fué ruda y empeñosa la jornada! ¡En formidable choque

se entreveraron con arrojo fiero

el gladiador ibero,

cubierto con la cota magullada

de la era feudal, abominable espectro de la historia,

y el altivo guerrero americano,

con trente iluminada de la gloria por refulgente rayo,

que embrazaba con brío sobrehumano por escudo de lucha un sol de Mayo!

¡Fué ruda y empeñosa la jornada! ¡Lid de leones, justa de latinos! Pero, arrollados por la ola airada, los vencedores de Bailén cedieron

y los bisoños cuadros argentinos

de laurel inmortal su sien cubrieron.

Inmenso triunfo, sin igual proeza

que le bastaba para eterna fama,

para grabar su nombre entre los nombres que la leyenda universal aclama;

mas Dios la destinaba

para más limpia gloria;

y cuando el sol radiante de laj historia entre densas tinieblas se ocultaba