Página:Conferencia sobre el Dr. Guillermo Rawson - Eliseo Cantón.djvu/55

Esta página ha sido corregida

sacrificios y de dolores, el espíritu del vice presidente no desfalleció jamás. Honrado siempre, no tan solo con esa honradez vulgar que consiste en no medrar con el abuso de posiciones oficiales, sino con esa honradez que por ser rara se llama una virtud entre los hombres públicos, y que se manifiesta por el religioso respecto a los principios, aunque se sacrifiquen las afecciones personales, el doctor Paz ha merecido bajo este concepto la más cumplida justicia entre aquellos que han podido conocer su conducta. De este género fué la honradez del hombre cuya muerte lloramos, y así lo ha reconocido el país.

« En esta larga lucha, señores, en que se juega el honor y la existencia de nuestra patria idolatrada, en medio de los triunfos de nuestras armas hemos sufrido días amargos, días de desconsuelo, días de luto. Tocóle al doctor Paz en suerte, no solo como magistrado, sino como padre, una parte principal del dolor común.

« El plomo enemigo que arrebató tantas vidas preciosas a la patria en Curupaití, hirió de muerte también al joven Paz, hijo del vicepresidente. Vosotros lo habéis visto, señores, en aquellas horas de amargura, encerrar en su pecho de temple antiguo el piadoso duelo del padre, y continuar sin vacilar un punto, y con mano firme, la difícil tarea de reparar el contraste sufrido, y de alentar con su ejemplo y su acción el espíritu de los que desfallecían en aquel momento de prueba.»

Pensamientos de elevada política, y sublime