el cual no tardó en adoptar el mismo sistema. Puede decirse que ni uno ni otro Gobierno fué avaro de dinero, de tierras ni de esfuerzos de todo género, para dotar á sus países de estas admirables vías de comunicación.
Esa política económica, pródiga y al mismo tiempo previsora, suscitó la competencia entre los ferrocarriles y los canales; promoviendo una rebaja tan considerable en el flete, que éste, como factor de la circulación comercial, ha llegado á ser una cantidad despreciable, permitiendo á los productos del Canadá y de los Estados Unidos, introducirse ventajosamente en todos los mercados extranjeros perturbando y amenazando seriamente la produción europea.
Nuestra Compañía, colocada en las mismas condiciones que las Compañías del Canadá y de los Estados Unidos, se convertirá como ellas en agente colonizador.
Para asegurar su tráfico, está interesada en colocar inmediatamente, de una manera prudente y reproductiva, las tierras que recibe en prima, creando en ellas colonias agrícolas, fomentando el establecimiento de industrias y protegiendo con su cooperación la cría de hacienda. Afluirán muy pronto en número considerable los colonos, seguidos de cerca por los industriales; unos cultivarán las tierras y otros convertirán una buena parte de las riquezas naturales y de las cosechas, en productos manufacturados.