gun pelo, por la extrema atencion que tienen de arrancar aquel poco que allí asoma, estimando en poca policía el ser barbados, de ahí es, que por escarnio llaman barbudos á los Européos. La misma diligencia practican en lo que mira á las partes cubiertas del cuerpo, donde esta vegetacion natural es mas abundante. Sus cabezas estan bien proveídas de cabellos negros, pero un poco asperos, los quales se dexan crecer, y se los anudan al rededor. De estos cabellos hacen tanta estimacion, quanta es la adversion que tienen á la barba; el tusarlos seria la mayor afrenta que se les podia hacer. Las facciones de sus mugeres son, como requiere el bello sexô, mas delicadas, y se ven muchas de ellas bien parecidas, especialmente entre las Boroanas.
Dotados de una complexîon fortísima, y libres de las fatigosas ocupaciones, que perturban los pueblos cultos, no se sujetan sino tarde á las vicisitudes que trae consigo la vejez. Después de la edad de sesenta, ó setenta años, empiezan á encanecer, y no se arrugan ni encalvecen hasta que son ya octagenarios. La vida de ellos es de ordinario mas larga que la de los Españoles, se encuentran no pocos que viven mas de cien años. Hasta la edad mas avanzada conservan sana la vista, la dentadura, y la memoria.
A la ventajosa constitucion de sus cuerpos