do transicion por los gramáticos Chilenos. Siete especies se distinguen de estas transiciones, las quales son dificiles á los principiantes por las delicadas observaciones que es menester hacer en el uso de ellas.
Del mismo principio proviene la otra práctica no menos singular, de la qual hemos hecho mencion otra vez, esto es, de convertir en verbos todas las partes del discurso, de manera que se puede decir, que todo el hablar Chileno consiste en el manejo de los verbos. Los relativos, los pronombres, las preposiciones, los adverbios, los números, y en suma todas las demas partículas, no menos que los nombres, estan sujetos á esta metamorfosis: chiu (que?); chiumën (qué haré?) mivu (quantos); mivui (quantos son); eimimolan (no he menester de ti); minche (baxo) minchen (estar debaxo); ape (quasi); apen (estar quasi); apei yal (la cena está quasi hecha) meli (quatro); melin (ser quatro); doy (mas); doin (ser mas); vem (como); vemën (ser como un otro).
Tambien los nombres propios son susceptibles de esta suerte de elegancia. Así de Pedro se forma el verbo petron (ser Pedro), Petrobui (era Pedro). Los substantivos, y los adjetivos producen, mediante este curioso método, verbos singularísimos, p. e. pùlli, ó púllú (la alma), pùllùn aplicar toda el alma, obrar con suma atencion: then (el tiempo), thenën