fruto que les tuviese cuenta. Esta operacion fomentaría muchísimo la agricultura, é industria interior: ¿y qué sabemos si despues de algunos años avanzaría á tal punto de incremento, que por lo poco costoso de estos viages, respecto de la abundancia de los víveres, se llegaría á transportar á España maderas, lino, azucar, algodon, y otros muchísimos artículos que en el dia, al parecer, no tienen cuenta? Lo cierto es que el comerdo como todas las cosas, va subiendo por grados, y que la industria del hombre, con el uso, suele á veces abrirse para el giro unos conductos favorables, que se creian impracticables, los quales despues hacen prosperar aun los terrenos menos fértiles. Esta es una verdad constante de la qual vemos á cada paso mil exemplares.
Tambien seria interesante que se habilitase un buen puerto en la mejor de las caletas ó ensenadas que hay en el intermedio de Valparaiso á la Concepcion, pues siendo las provincias que promedian esta distancia las mas feraces de Chile, por no haberse proporcionado un puerto para depositar á poca costa sus frutos, les es muy gravoso el remitirlos al dicho de Valparaiso, ó al de Talcaguano, de donde nace que se ven obligados á sembrar solamente lo poco que necesitan para el consumo de su poblacion. La falta de ocupaciones hace parecer estas gentes desidiosas, pero yo, que hablo por experiencia, podria asegurar lo contrario, habiendolas visto trabajar con mas que regular aplicacion en sus haciendas domesticas, en el cultivo de sus campos, y en las manufacturas que les proporciona su pequeña industria, particularmente las mugeres, que son muy laboriosas.